La gestión de equipos es una habilidad prácticamente indispensable en la empresa actual. A no ser que se trate de empresas unipersonales, siempre será necesario saber cómo optimizar el trabajo en equipo, el ambiente laboral y otra serie de variables que afecten a él. El problema es que, en muchas ocasiones, el líder no sabe cómo abordar determinados conflictos o situaciones y el resultado es un bloqueo que impide el avance.
En este post veremos cómo el pensamiento lateral puede contribuir a la gestión de equipos y cómo proporciona soluciones que, de otro modo, no se le ocurrirían a la persona responsable.
Gestión de equipos y pensamiento lateral
Para comprender cómo el pensamiento lateral puede beneficiarte en la gestión de equipos, debemos entender primero qué es.
Este término procede del experto mundial en creatividad Edward de Bono, quien lo definió como una forma de pensamiento que se contrapone con el pensamiento vertical:
- El pensamiento vertical, también llamado convencional, implica explorar una única solución hasta el final.
- El pensamiento lateral, por su parte, implica explorar distintas soluciones con menor profundidad, cuantas más mejor.
Tal y como indica el propio de Bono en sus libros, lo ideal es saber combinar ambas formas de pensamiento: en primer lugar, utilizar el pensamiento lateral para encontrar todas las soluciones posibles y, una vez hallada la óptima, profundizar en ella con el pensamiento vertical. Esta es la base de ciertas metodologías como el Lean management.
En lo que respecta a la gestión de equipos, el proceso es el mismo. En primer lugar, cuando surge un problema, tú, como líder del equipo debes analizarlo con tu pensamiento lateral para tratar de encontrar la mayor cantidad posible de soluciones. Al principio se te ocurrirán las más obvias y las que se han empleado anteriormente sin éxito. Sin embargo, cuando éstas hayan sido desechadas, el pensamiento lateral te llevará al descubrimiento de otras nuevas. Después de dicho descubrimiento, tendrás que elegir una y profundizar en ella con tu pensamiento vertical. Para este análisis se pueden emplear modelos como el DAFO.
¿Y qué ocurre si ya has encontrado en situaciones anteriores una solución que funciona bien? A no ser que ésta sea una solución óptima, deberás emplear igualmente tu pensamiento lateral para tratar de encontrar otra que funcione mejor. No debes conformarte con lo hallado hasta el momento a no ser que dicha solución ya sea inmejorable.
En otras palabras, siempre debes recordar estas dos máximas durante la gestión de equipos:
- “Si quieres resultados distintos, no hagas siempre lo mismo” (Albert Einstein)
- Cuantas más soluciones se te ocurran, más probabilidades habrá de que encuentres la óptima.
Gestión de equipos y ensayo-error
Un procedimiento que se puede combinar con el uso del pensamiento lateral en gestión de equipos es el ensayo-error. A priori, nadie puede saber si una solución que aún no se ha probado es eficaz o no. El pensamiento lateral puede proporcionar una gran cantidad de ideas, pero el líder no podrá determinar cuál es la mejor hasta que las ponga en marcha.
En ese caso, lo mejor es probarlas directamente. Es decir, hacer ensayo-error:
- Ensayo: poner en práctica la solución que te ha ocurrido.
- Error: feedback que obtenemos cuando vemos que la solución no es eficaz. En numerosas ocasiones, esto solo puede apreciarse tras la fase de ensayo.
Cuando una solución no nos devuelva el estado de error, entonces habremos encontrado lo que buscábamos.
Es importante recordar que si lo primero que probamos da un buen resultado, eso no impide que sigamos haciendo pruebas para comprobar si podemos encontrar una solución mejor.
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