Informática femenina
8 Mar. 2019

La palabra informática es femenina. Las primeras programadoras fueron mujeres.

 

Desgraciadamente la historia ha dejado de lado a numerosas mujeres que han tenido un papel muy destacado en la informática. Desde ekon queremos reconocer la tarea de algunas profesionales sin cuya labor y esfuerzo no entenderíamos nuestra profesión como lo hacemos hoy en día.

Ada King Lovelace, la pionera

Esta condesa británica, nacida en 1815, fue la primera persona que definió un lenguaje de programación de carácter general al interpretar las ideas de Charles Babbage, un profesor de matemáticas de Cambridge y padre de las computadoras. Lovelace definió conceptos como bucle o subrutina y definió el uso de las tarjetas perforadas para programar un máquina creada por el matemático inglés.

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Willemina Fleming, creadora de las computadoras de Harvard

A finales del siglo XIX, los hombres del Observatorio Universitario de Harvard estaban muy ocupados mirando al cielo, recabando datos sobre los planetas. Nadie organizaba la cantidad de información recopilada. El jefe del Observatorio, Edward Pickering, necesitaba a alguien que realizara esta tarea. Una modesta madre soltera de origen escocés, sin estudios superiores se postuló. Fue así como Willemina Fleming, creó el grupo de las computadoras de Harvard, un grupo de señoras que clasificaron más de 10.000 estrellas. Más tarde se convirtió en una reputada astrónoma.

Las primeras programadoras: las mujeres del ENIAC

En 1946, fueron seis matemáticas las encargadas de programar la que sería la primera computadora electrónica desarrollada por el gobierno de  EE.UU el Electronic Numerical Integrator And Computer (ENIAC). Pesaba 27 toneladas, ocupaba 167 m2, tenía más de 17.000 válvulas y  podía realizar 300 multiplicaciones y 5.000 sumas por segundo. Se creó para calcular trayectorias balísticas y la función de las matemáticas era escribir los programas en sistema binario. Realizar las diferentes operaciones, implicaba conectar y desconectar cables constantemente.

Grace Hopper, la madre de la computación y la creadora del término bug

La Sra. Hopper, que también provenía del ejército y llegó a ser almirante honorífica de la US Navy, fue una de las programadoras del primer gran ordenador, el Mark I. Su trabajo facilitó la creación del primer lenguaje compilador para ordenadores y trabajó en el desarrollo del lenguaje COBOL. Creó el término bug al colársele una mariposa en los circuitos, lo que generaba errores en la ejecución. También aplicó sus conocimientos informáticos a la empresa privada, creando el UNIVAC I, primer ordenador orientado a los negocios. Su contribución más conocida, el lenguaje compilador, traduce instrucciones del inglés al lenguaje interno de la máquina. Hopper dijo “lo cree por pereza y pretendiendo que el programador fuese más matemático”. Murió en 1992.

Mary Allen Wilkes, la mujer que nos trajo la informática a casa

Nacida en 1937, Wilkes siempre quiso ser abogada pero sus padres no se lo permitieron. Acabó graduándose en filosofía y trabajando en programación. Fue una pionera al diseñar desde el Laboratory Instrument Computer (LINC) del MIT, el sistema operativo LAP6. En 1964, su grupo de trabajo se trasladó de Boston a San Louis (Missouri). Ella no quería trabajar allí porque su madre estaba enferma. La solución fue instalar el LINC, del tamaño de un frigorífico, en casa para que pudiese trabajar, solo hacía falta una línea de teléfono. Fue la primera persona en utilizar un ordenador personal en casa y en cierta manera, pionera del teletrabajo. Por cierto, Mary Allen Wilkes acabó ejerciendo de abogada.

mujeres programadoras

Adele Goldberg, inspiración para los escritorios de Apple 

Goldberg, matemática, era una investigadora en el Xerox Palo Alto Research Center (PARC) a mediados de los 70. Era la única mujer del grupo que desarrollaba el lenguaje de programación SmallTalk;  que estaba destinado a superar a Windows como interfaz gráfica del usuario (GUI).  En una entrevista reciente, Golberg reveló que sus superiores en Xerox la obligaron a mostrar SmallTalk y la interfaz a un joven Steve Jobs y su equipo que visito el PARC en 1979. Desde el primer momento ella dijo que le parecía una mala idea. El propio Jobs reconoció que la tecnología en la que Goldberg había participado le había “paralizado” y que iba a ser clave en el futuro de la informática y de Apple. Tal vez, sin el trabajo de Adele, el escritorio de Apple no tendría su actual aspecto.

Joan Ball, la precursora de las citas online

Match, el proyecto unos estudiantes de Harvard, no fue el primer sistema mundial de citas digitales. En 1964, una mujer inglesa creó la solución precursora del actual Tinder. Joan Ball, trabajaba en una agencia matrimonial, eso sí analógica. Viendo el peso que empezaba a tener la informática, diseñó un sistema de tarjetas perforadas buscando los atributos que no deseaban encontrar en sus futuras parejas los clientes de la agencia. El ordenador cruzaba la información y los usuarios recibían el nombre y la dirección del futuro ligue.

El lenguaje natural de Karen Spärck Jones

Los buscadores que utilizamos cada día se basan en los descubrimientos realizados sobre el lenguaje natural de esta científica británica. Karen Spärck Jones fue reclutada para investigar en Cambridge por otra mujer, la lingüista computacional Margaret Masterman. Ambas desde la Unidad de investigación del lenguaje, a finales de los años 50, trabajaron en la elaboración de un tesauro para el procesamiento del lenguaje. El trabajo de investigación realizado por Spärck Jones ha sido siempre muy valorado por la comunidad científico, pero fue con la llegada de Internet todavía más.

La primera diseñadora de videojuegos. Carol Shaw

Si te gustan los videojuegos retro, agradéceselo a Carol Shaw, que seguro que está detrás de algunos en su programación y diseño. Shaw está considerada como la primera programadora y diseñadora de videojuegos. River Raid en 1982 es íntgramente suyo y ha contribuido en Tic-Tac-Toe, ya en 3D y de 1979; y en Video Checkers, de 1980. En Atari ha dejado una marca indeleble en la industria del viedojuego.

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Susan Kare y el icono sonriente de Macintosh

Retomando la interfaz gráfica de Xerox, que dejó sin palabras a Steve Jobs y en la que colaboró Adele Goldberg, la diseñadora gráfica Susan Kare tiene mucho que decir del éxito de la compañía de la manzana. Kare, que no tenía ni idea de informática, llegó a la empresa de Steve Jobs de la mano de un compañero de instituto. Entró en 1982. Jobs buscaba a alguien que crease una interfaz hombre-máquina fácil de usar. Kare, que en la actualidad trabaja para Pinterest, es la artífice de que los gráficos de Apple sean símbolos sencillos, legibles y globales. El reloj, el pulgar, la papelera, la tecla “command” inspirada en un castillo sueco…son logros de Susan Kare.

Donna Dubinsky, la mujer que allanó el camino del mercado de smartphones

Antes del iPhone estaba Blackberry. Y antes de Blackberry estaba Palm Pilot. ¿Os acordáis?. La mujer que introdujo en el mercado las PDA fue Donna Dubinsky. Alumna de Harvard Business School, dejó Apple en los 90 con la firme convicción de que los ordenadores acabarían en nuestros bolsillos. “Cuando creamos Palm, no estábamos seguros de todas las aplicaciones que tendría esta tecnología, pero estábamos seguros de que tendría muchas”, dijo. No se equivocó al fundar Palm en 1992.

Megan Smith contribuyó a salvar la neutralidad de Internet

Megan Smith, nacida en 1965,  pasó en 2014 de ser vicepresidenta de Google a Chief Technology Officer del Gobierno de Estados Unidos durante la administración Obama. Para su cometido le dieron un ordenador portátil Dell y una blackberry… y 70.000 millones de dólares destinados a gestión pública de ciencia y tecnología. Entre sus hitos: asesorar a Barack Obama para conseguir, en 2015, la neutralidad en Internet con el principio de igualdad para todos los usuarios definiendo el acceso a la red como un “bien público”.

Fran Allen, la primera mujer en ganar el Premio A.M. Turing

Frances “Fran” E. Allen, matemática e investigadora informática estadounidense fue pionera en el desarrollo de software y en la creación de sistemas informáticos de alto rendimiento, destacando especialmente en la creación de programas compiladores, que son aquellos que transforman el código fuente de un programa a su equivalente en otro lenguaje de programación habitualmente de más bajo nivel. Allen desarrolló la mayoría de su carrera profesional en IBM donde trabajó durante 45 años, ocupando importantes cargos en el departamento de I+D+i. En 2006 recibió el Premio A.M. Turing, siendo la primera mujer en recibir este galardón que otorga la Association for Computing Machinery (ACM) y que reconoce desde 1966 a todos aquellos que han destacado en las ciencias informáticas y conocido como el “Premio Nobel” de la computación. El premio se le otorgó por “sus contribuciones pioneras a la teoría y la práctica de la optimización de las técnicas de compilación que sentaron las bases para la optimización moderna de los compiladores y la ejecución paralela automática”.

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