mantenimiento correctivo
14 Jun. 2021

Mantenimiento correctivo: qué es, tipos y ventajas

 

En el seno de cualquier empresa, mantener unos buenos niveles de productividad e incluso aspirar a mejorarla pasa, entre otras cosas, por realizar un buen mantenimiento correctivo

Este proceso juega un papel muy importante para que las máquinas o equipos funcionen adecuadamente. De esta forma, se garantiza un estado óptimo de utilización y un nivel de seguridad adecuado. Pero dentro de este concepto hay mucho más. Descubre qué ventajas le aporta a tu compañía el mantenimiento correctivo y qué tipos diferentes existen. 

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¿Qué es el mantenimiento correctivo?

Como bien indica el adjetivo que le da nombre, el mantenimiento correctivo consiste en una serie de acciones dirigidas a reparar daños o fallos detectados en la maquinaria o los equipos que se usan en una empresa. 

Ante cualquier necesidad de reemplazo de piezas o de algún tipo de reparación, se aplican unas tareas técnicas para solventar esos problemas. Eso es el mantenimiento correctivo, así de simple. Primero, se localiza el problema, luego se registra el daño y después se toman las acciones correctivas necesarias.

Esas reparaciones se aplican en el día a día, conforme se van dando las averías a lo largo del proceso productivo. Por tanto, su meta es restaurar la fiabilidad del sistema sin perder la esencia original. Este tipo de mantenimiento, que puedes necesitar en tu compañía en cualquier momento, recurre a herramientas y labores de corrección por parte de los operarios para resolver las incidencias. 

Si lo comparas con el mantenimiento preventivo, la diferencia básica es que este último recoge planes de prevención para evitar que se produzcan esas averías en la maquinaria. Por tanto, esas tareas están mucho más planificadas. 

mantenimiento correctivo maquinaria

Tipos de mantenimiento correctivo 

Ahora, volviendo al mantenimiento correctivo, debes saber que dentro de este se distingue, en líneas generales, entre el mantenimiento contingente y el programado. 

Al primero se lo conoce también como no planificado, porque es totalmente imprevisto e incluso forzado. Según aparezca el daño, se repara lo antes posible y de la mejor manera para que no afecte a la actividad normal de la empresa por indisponibilidad de las máquinas. Su objetivo es reducir al máximo las pérdidas económicas ocasionadas por ese parón en el flujo laboral. 

En cambio, en el mantenimiento correctivo programado la idea es anticiparse a las posibles averías que puedan darse. Gracias a la experiencia previa de los operarios, estos pueden prever cuándo podrían producirse fallos por desgaste de piezas, por ejemplo. Las revisiones generales cada cierto tiempo, en momentos de baja actividad o inactividad para no perjudicar a la producción, ayudan a diagnosticar el estado de las máquinas. 

Por otro lado, hay otros tipos de mantenimientos de esta clase que varían en función de las características de las actuaciones correctivas o de su urgencia:

  • Reparación. Simplemente, se arregla una avería concreta para que la máquina recupere su estado operacional.
  • Reconstrucción. Este proceso conlleva desmontar un equipo por completo para reemplazar alguna pieza o reparar otra, de forma que recupere su buen funcionamiento. 
  • Normal. Se lleva a cabo cuando hay que reparar equipos no esenciales, es decir, esos que no afectan ni a la seguridad de la empresa ni a la producción. Favorece poder programar la reparación para el momento en que sea más conveniente para el negocio.
  • Emergente. Si algo pone en riesgo la seguridad de los trabajadores o la de las instalaciones de la compañía, es necesario llevar a cabo un mantenimiento correctivo de tipo emergente. 
  • Crítico. En este caso, la intervención debe ser urgente debido a la importancia del fallo, que se tiene que solventar en el menor tiempo posible y con garantías. 
  • Urgente. Aunque es menos grave que el anterior, obliga igualmente a actuar con celeridad para que no se dé un parón en alguna área productiva de la empresa. 
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Ventajas e inconvenientes del mantenimiento correctivo

Entre las principales ventajas del mantenimiento correctivo hay que hablar de un alargamiento de la vida útil de las máquinas y también de un menor coste para tu empresa. Las reparaciones son puntuales, ya que se llevan a cabo solo si hay incidencias, por lo que solo es necesario ese gasto y no hay que destinar parte del presupuesto a tareas de prevención. Aún así, es necesario tener un fondo para los imprevistos; así, si los daños son poco frecuentes, la compañía sale ganando económicamente. 

Además de que tu maquinaria durará más tiempo con esos pequeños arreglos, en muchos casos podrá seguir utilizándose, por lo que el flujo laboral no se verá perjudicado y no se ocasionarán pérdidas económicas. Tus empleados también se sentirán más seguros operando con equipos fiables, ya reparados; e incluso puedes planificar cuándo podría ser necesaria otra labor correctiva con la información recabada de anteriores reparaciones. 

En cuanto a los inconvenientes del mantenimiento correctivo, estos depende de la situación. Puedes sufrir una pérdida de producción si alguna parte del proceso se detiene, a pesar de que las tareas correctivas sean eficientes. Ello puede conducirte también a requerir mayor mano de obra, con el sobrecoste que eso supone. Al igual que, si necesitas adquirir repuestos o piezas nuevas para los arreglos de forma urgente, estos tendrán un mayor precio que en circunstancias normales. 
En conclusión, el mantenimiento correctivo en una empresa, sea del tipo que sea, tiene sus pros y sus contras. En cualquier caso, debes reconocer su importancia para evitar sufrir las consecuencias de trabajar con máquinas o equipos averiados, defectuosos e ineficientes.

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