¿Qué programa de gestión de empresas es mejor para tu negocio?

Un programa de gestión de empresa puede adaptarse a las necesidades del sector o ser elegido en función del departamento en el que se empleará. La ventaja de un software de este tipo es que siempre se puede ir ampliando para alinearse mejor con la evolución de un negocio en crecimiento.

La transformación digital es un hecho y la prueba es que el 92 % de las PYME utilizan una o más soluciones basadas en la nube. Pero lo más interesante es que estas soluciones han reducido la carga de trabajo de la empresa en al menos un 42 %, según sugieren recientes estudios.

A continuación te explicamos qué tipos de programas de gestión de empresas existen y qué debes tener en cuenta a la hora de elegir uno e implementarlo en tu compañía.

¿Qué es un programa de gestión de empresa?

Un programa de gestión de empresa es una aplicación o un sistema de herramientas creado con el fin de ayudar a las organizaciones a respaldar, mejorar y automatizar sus procesos.

Si se elige un modelo capaz de adaptarse bien a las necesidades del negocio, este software facilita la gestión de todos los procesos empresariales de manera centralizada. De esta forma, el valor que aporta fluye de manera armónica y ágil hacia todas las áreas de la empresa.

Además de buscar la personalización, a la hora de elegir un programa de gestión de empresa conviene plantearse si se desea un enfoque por departamentos o una automatización integral. Existen diferentes opciones al alcance de las PYME.

Tipos de herramientas de gestión de empresas

Un programa de gestión de empresa debería permitir mejorar de manera continua en los diferentes procesos de la compañía. Para ello, ha de hacer posible trabajar desde el cloud en cualquiera de las siguientes áreas funcionales:

Gestión de nóminas. Para actualizarlas de acuerdo a las novedades de cada mes en materia de turnos, horas extra y beneficios.
Gestión administrativa. Así, facilita estar al día en todas las tareas que mantienen en funcionamiento a la empresa, como el pago a los proveedores.
Gestión de recursos humanos. Esta es la que asegura que la pyme está apoyando el desarrollo de su talento y mantiene una cultura empresarial sólida.
Gestión documental. Un aspecto necesario, sobre todo en términos de cumplimiento. Hay sectores en los que la normativa cambia tan a menudo, que es necesario contar con un aliado fiable para evitar errores.
Gestión de proyectos. La agilidad que da poder compartir información de manera inmediata y la tranquilidad que aporta saber que todos los involucrados en un proyecto están en la misma página son dos de los puntos fuertes de las soluciones ERP.
Gestión de la relación con los clientes. El vínculo entre el CRM y el ERP es especialmente fructífero cuando se trata de identificar tendencias y resolver contratiempos relacionados con los usuarios o consumidores.
Gestión del punto de venta. En el cara a cara con el cliente nada puede salir mal y, para conseguir este objetivo, la planificación es determinante.
Gestión logística. La visibilidad de extremo a extremo de la cadena de suministro garantiza la capacidad de control que permite ajustar costes y exportar mejores prácticas de unas áreas a otras.
Gestión financiera. La salud del negocio en este campo marcará su futuro. Es mejor evitar errores, algo que se consigue gracias a la automatización que permite un programa de gestión de empresa.

Además, conviene que este software incluya funciones de apoyo a la producción para poder resolver cualquier problema sin que se genere un cuello de botella, así como opciones de análisis avanzado y business intelligence, para extraer el valor que encierran los datos que el sistema va recogiendo desde todos los puntos.

Errores que pueden cometerse al elegir un programa de gestión de empresas

Hoy día hay muchas alternativas de software en el mercado y no todas son igual de buenas. A la hora de invertir en un programa de gestión de empresa, es importante tratar de evitar algunos de los principales fallos que darían lugar a una mala elección. Aquí tienes algunos ejemplos:

Elegir una solución que no sea flexible. Es preciso priorizar los tipos de software que se amoldan al desarrollo empresarial y permiten ir añadiendo módulos. De esta forma, el sistema crece a la vez que lo hace el negocio. Una buena idea es elegir una solución específica para la industria, que aventaja a las genéricas, e ir personalizándola a la medida de la empresa y sus necesidades. Esta personalización puede llevarse a cabo bien por áreas, bien de forma transversal.
Optar por un software que no se pueda personalizar. Como decíamos en el apartado anterior, los cambios que se producen en el plan de negocio tienen su repercusión en las operaciones. La internacionalización es un buen ejemplo de ello. Y esa posibilidad de cambio ha de verse reflejada en las herramientas que se emplean en el día a día. ¿Sabías que Ekon es un producto adaptado a diferentes lenguas y a la normativa vigente en los países con los que las empresas españolas interactúan más habitualmente?
Olvidarse de la importancia de tenerlo todo en el cloud. La flexibilidad es un rasgo que caracteriza el modelo de negocio de cada vez más empresas y eso significa que los empleados ya no pasan sus jornadas completas en la oficina de lunes a viernes. En este contexto, a la hora de invertir en un programa de gestión de empresa hay que buscar aquél que facilite acceder a la información en cualquier momento y desde todas partes, solo con ayuda de un dispositivo conectado.

El antes y el después de la implementación de un programa de gestión de empresa

Pocas compañías permanecen igual año tras año. Los procedimientos operativos cambian, el personal varía y se agregan nuevas líneas de negocio. Para seguir siendo relevantes, las organizaciones deben asegurarse de que su software de gestión empresarial continúe siendo útil y accesible para sus empleados.

¿Cómo si no tomar las mejores decisiones? ¿De qué modo avanzar hacia la excelencia operativa sin esta ayuda? Actualmente, contar con un buen programa de gestión es una necesidad.