pruebas fat y sat
4 Ene. 2023

¿Qué son las pruebas FAT y SAT y para qué sirven?

 

La calidad y la satisfacción de los clientes se están convirtiendo, cada vez más, en el eje central de las empresas ya que, al enfocarse en ellas, se logra poner en marcha el resto de aspectos. Cuidar la calidad de los servicios, los productos y la atención es esencial. Dicho esto, las pruebas FAT y SAT son imprescindibles para poder comprobar la calidad de los productos industriales

A continuación te explicamos en qué consisten para que puedas aplicarlas en tu negocio y conseguir garantizar un buen servicio.

¿Qué son las pruebas FAT?

Las pruebas FAT son aquellas que se hacen para validar, en fábrica, que un equipo lleva a cabo todo su proceso de forma correcta y eficiente.

Estas pruebas consisten en realizar una serie de pasos, previamente estipulados y ordenados, una vez se ha terminado la fabricación y antes de enviar el producto al comprador. Con ellas se verifica que la máquina funciona adecuadamente.

Las pruebas FAT se realizan ante la presencia del cliente o de la persona que este haya designado. Una vez finalizadas, se envía una copia sellada con toda la documentación resultante de los tests para que el cliente apruebe el equipo y se pueda proceder a su envío e instalación. 

Objetivos

Los principales objetivos de las pruebas FAT son los siguientes:

  • Demostrar al cliente que el equipo que quiere adquirir cumple con todas las especificaciones que se han prometido al usuario en cuanto a la producción, el funcionamiento, el mantenimiento y la seguridad.
  • Verificar la calidad de todo el proceso de fabricación, el montaje, el ensamblaje, la configuración, el software, etc.
  • Garantizar el rendimiento del equipo conforme a las especificaciones que solicitó el cliente en el momento de la compra.
  • Llevar a cabo el análisis que el cliente solicita. Este puede ser básico, en cuyo caso se comprobará que el funcionamiento es adecuado; o completo, en cuyo caso se realizará una prueba real.

¿Qué son las pruebas SAT?

Las pruebas SAT son aquellas que se llevan a cabo en la ubicación final del equipo, es decir, una vez ya se ha colocado en las instalaciones del cliente.

Estas pruebas también se hacen en presencia del cliente y sirven para enseñar cuál es el funcionamiento del equipo, su puesta en marcha, etc. Para ello, se precisa que el personal técnico que va a utilizar la maquinaria instalada esté presente y pueda resolver todas las dudas que le surjan.

Los principales objetivos de las pruebas SAT son estos:

  • Realizar la configuración inicial del aparato.
  • Garantizar que el producto instalado funciona correctamente según las especificaciones que solicitó el cliente en el momento de la compra.
  • Verificar que se cumplen los requisitos de funcionalidad y rendimiento.
  • Formar al equipo técnico del cliente para que pueda hacer un buen uso del equipo.
  • Corroborar y corregir cualquier tipo de error que presente la máquina instalada para ofrecer la máxima seguridad.
  • Comprobar las entradas y salidas físicas de cada dispositivo de control.
  • Llevar a cabo una comprobación visual del sistema y de todos sus componentes.
  • Verificar el software y el sistema mecánico.
  • Controlar que la presión interna y la ventilación sean las adecuadas.

¿Para qué sirven las pruebas FAT y SAT?

Las pruebas FAT y SAT sirven para poder poner en marcha la garantía del equipo, para configurarlo adecuadamente siguiendo las especificaciones del cliente y para comprobar que todo funciona adecuadamente. 

En caso de que haya problemas de funcionamiento, también hacen posible ajustar los controles y corregir los errores. Además, se aprovechan para formar al equipo técnico que se encargará de hacer uso de la maquinaria.

¿Son obligatorias las pruebas FAT y SAT?

Las pruebas SAT y FAT no son obligatorias, pero son muy útiles. Sirven para que el nivel de satisfacción de los clientes con la empresa aumente. Así como para hacer que estos se sientan más seguros del buen uso de los equipos adquiridos.

Además, con toda la documentación sellada de las pruebas realizadas, el cliente puede gestionar mejor la evaluación de riesgos, sacarle el máximo partido a su nueva adquisición y aumentar la rentabilidad de su negocio.

Conclusión

Las pruebas FAT y SAT son una garantía de calidad de la maquinaria que se está instalando. Como hemos dicho, no son obligatorias, pero sí una muy buena opción para que los clientes puedan mejorar su grado de satisfacción con la compra y, además, ajustar todos los controles de los equipos a sus propias necesidades. Con un software ERP como el de Ekon, por otro lado, podrás integrar todos los procesos y llevar a cabo un control mucho más dinámico y específico de toda la producción y procesos que se realicen en tu empresa.

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