un controller financierto trabaja con su ordenador
25 Abr. 2025

¿Qué es un controller de gestión y qué funciones tiene?

 

Un controller de gestión, también conocido como business controller, es un profesional clave en el ámbito empresarial encargado de la gestión y el control financiero y operativo de una compañía. La principal función del controller en una empresa es proporcionar información relevante, tanto financiera como no financiera, y realizar análisis estratégicos que respalden la toma de decisiones y la consecución de los objetivos empresariales.

¿Qué es un controller?

Los business controllers son parte del equipo directivo de una empresa y trabajan estrechamente con otros departamentos, como finanzas, ventas y operaciones. Su rol es fundamental para garantizar la eficiencia en la gestión de los recursos de la compañía y maximizar su rentabilidad.

Para desempeñar su trabajo de manera efectiva, un controller para la gestión debe tener habilidades analíticas, conocimientos financieros sólidos y capacidad para comprender el panorama general del negocio. Las tareas de un controller requieren experiencia en sistemas de información empresarial y herramientas de análisis, así como excelentes habilidades comunicativas para presentar informes a

Principales funciones de un controller de gestión

  • Participar en la planificación y elaboración de presupuestos, incluyendo proyecciones y análisis de escenarios alternativos. El controller de gestión debe estar al tanto de los objetivos y estrategias de la empresa para poder traducirlos en presupuestos realistas y medibles.
  • Establecer un presupuesto sólido y realizar un seguimiento continuo del gasto para garantizar que se cumplan las metas establecidas.
  • Monitorear constantemente el desempeño financiero de la empresa, identificando áreas de mejora y recomendando acciones correctivas. Esto incluye el análisis de indicadores clave como rentabilidad, margen bruto, costos operativos y flujo de efectivo.
  • Realizar análisis y reportes financieros detallados para ayudar a la toma de decisiones estratégicas. Estos informes deben ser claros, concisos y presentar información relevante en un formato fácil de entender para los distintos miembros del equipo.
  • Identificar oportunidades de crecimiento y expansión, así como riesgos potenciales que puedan afectar a la salud financiera de la empresa. Utilizar herramientas y técnicas financieras para evaluar la viabilidad de proyectos y tomar decisiones informadas.
  • Colaborar con otros departamentos, como ventas, marketing y recursos humanos, para asegurar una gestión financiera eficiente y alineada con los objetivos estratégicos de la empresa.
  • Mantenerse actualizado sobre las tendencias del mercado, cambios regulatorios y nuevas tecnologías que puedan impactar en el desempeño financiero de la empresa.
  • Comunicar claramente los resultados financieros a todas las partes interesadas, incluyendo accionistas, empleados y clientes. En este sentido, es importante ser capaz de explicar de manera sencilla y comprensible los términos financieros para que todos puedan entenderlos.
  • Ser un líder en la toma de decisiones basadas en datos y análisis financieros. Esto significa utilizar herramientas y técnicas avanzadas para evaluar el rendimiento financiero y tomar decisiones informadas que impulsen el crecimiento y la rentabilidad de la empresa.
  • Establecer y monitorear indicadores clave de rendimiento (KPIs) que reflejen la salud financiera de la empresa y ayuden a identificar áreas de mejora. Algunos ejemplos de KPIs financieros pueden incluir el margen de beneficio, la rentabilidad del capital invertido y el flujo de efectivo.

Diferencia con el controller financiero

Aunque los términos controller de gestión y controller financiero a veces se usan indistintamente, existen diferencias importantes que conviene aclarar. El controller para la gestión tiene un enfoque más integral y transversal dentro de la organización, abarcando tanto aspectos financieros como no financieros. Su labor incluye la participación activa en la optimización de procesos internos, el análisis de indicadores clave de rendimiento (KPI) y la planificación estratégica a largo plazo para garantizar que la empresa alcance sus objetivos globales. Además, el controller de gestión suele desempeñar un papel clave como enlace entre diferentes departamentos, facilitando la toma de decisiones basada en datos.

En cambio, el controller financiero o controller contable está más centrado en las funciones financieras tradicionales, como la contabilidad, la elaboración de informes financieros y el aseguramiento de la precisión y conformidad de las prácticas contables con las normativas legales vigentes. Su prioridad principal es garantizar la fiabilidad de los estados financieros, supervisar la gestión del presupuesto y mantener un control riguroso sobre los activos y pasivos de la empresa. Aunque ambos roles son fundamentales, su alcance y enfoque varían considerablemente, complementándose mutuamente para lograr una gestión eficiente y estratégica de la empresa.

El rol del controller de gestión en la empresa

El controller para la gestión actúa como el nexo fundamental entre la estrategia y los resultados, desempeñando un papel clave en el éxito de las organizaciones. Este profesional no solo facilita herramientas y datos relevantes, sino que también analiza y transforma la información en insights valiosos que permiten a la dirección tomar decisiones informadas, basadas en hechos y proyecciones realistas. Además, su labor incluye la capacidad de anticiparse a posibles problemas, identificando riesgos y oportunidades con antelación, lo que contribuye a optimizar la rentabilidad, reducir costos innecesarios y garantizar la eficiencia operativa. Su rol es cada vez más demandado, especialmente en entornos empresariales complejos y cambiantes, donde la adaptabilidad y una gestión eficiente de los recursos son factores determinantes para mantenerse competitivo en el mercado.

Los perfiles habituales de un controller suelen estar relacionados con profesionales que poseen una sólida formación en áreas como finanzas, contabilidad, economía o administración de empresas. Generalmente, cuentan con experiencia previa en roles financieros, como contadores, analistas financieros o consultores, lo que les proporciona una base técnica indispensable para desempeñar sus funciones.

En cuanto a las habilidades, un controller efectivo debe combinar una serie de hard skills y soft skills. Entre las hard skills más relevantes se encuentran el dominio de herramientas y software de gestión financiera, conocimientos avanzados en análisis de datos, manejo de normativas contables y fiscales, así como la capacidad para realizar modelos financieros y estudios de viabilidad. Además, el conocimiento de idiomas, especialmente el inglés, es un valor añadido, dado el entorno globalizado en el que operan muchas empresas.

Por otro lado, las soft skills son igualmente esenciales. Un controller debe destacar por su capacidad analítica, pensamiento crítico y orientación al detalle, cualidades que le permiten evaluar información de manera precisa. Además, necesita habilidades comunicativas sobresalientes para transmitir información compleja de forma clara y efectiva a diferentes audiencias dentro de la organización. La gestión de equipos, la adaptabilidad al cambio y la resolución de problemas también son competencias clave que agregan valor a su labor y garantizan el éxito en su papel estratégico.

¿Cómo contribuye un controller de gestión a la toma de decisiones estratégicas en una empresa?

El controller de gestión es esencial para la toma de decisiones estratégicas en una empresa, ya que su función principal es recolectar, analizar y presentar datos financieros y no financieros relevantes para el proceso de toma de decisiones. Al trabajar en estrecha colaboración con la dirección, el controller de gestión puede proporcionar información valiosa sobre la situación financiera y operativa actual de la empresa, así como proyecciones a futuro.

Su impacto se materializa a través de varias funciones de un controller clave:

  • Provisión de información relevante y análisis estratégico: El controller recopila, analiza y presenta datos financieros y no financieros de manera clara y precisa, permitiendo a la dirección tomar decisiones informadas basadas en hechos y tendencias reales, no en intuiciones.
  • Participación en la planificación y presupuestación: Colabora en la elaboración de presupuestos y planes estratégicos, ayudando a definir metas realistas y supervisando su cumplimiento. Esto asegura que las decisiones estratégicas estén alineadas con la capacidad y los recursos de la empresa.
  • Identificación y evaluación de oportunidades y riesgos: Analiza la rentabilidad de diferentes áreas de negocio, identifica oportunidades de crecimiento y evalúa riesgos financieros y operativos, proporcionando recomendaciones para aprovechar oportunidades o mitigar amenazas.
  • Optimización de recursos y eficiencia operativa: Mediante el análisis de costes, procesos y resultados, el controller ayuda a identificar áreas de mejora y a optimizar el uso de los recursos, incrementando la rentabilidad y la competitividad de la empresa.
  • Seguimiento y control de la ejecución estratégica: Supervisa el avance hacia los objetivos estratégicos mediante indicadores clave (KPI), detectando desviaciones y proponiendo acciones correctivas en tiempo real para asegurar el cumplimiento de la estrategia.
  • Colaboración interdepartamental: Trabaja en estrecha colaboración con todos los departamentos, asegurando que las decisiones estratégicas estén alineadas y sean comprendidas por toda la organización.
  • Apoyo proactivo a la dirección: No solo reporta datos, sino que interpreta la información, anticipa escenarios futuros y ofrece recomendaciones concretas, posicionándose como un socio estratégico para la alta dirección.

¿Cómo se mide el éxito de un controller?

Ya sabemos qué es un controller y qué funciones desempeña. Pero ¿cómo podemos si el trabajo de controller de una empresa es eficiente? Existen una serie de métricas y aspectos a evaluar que sirven para medir su éxito.

  1. Cumplimiento de objetivos y KPIs

El controller de gestión define y supervisa indicadores clave de desempeño (KPIs) alineados con los objetivos de la empresa. El éxito se mide por el grado de cumplimiento de estos indicadores, que pueden abarcar desde la rentabilidad, el control presupuestario, la eficiencia operativa, hasta la reducción de costes y la mejora de márgenes. Los KPIs deben ser específicos, medibles, alcanzables, relevantes y periódicos.

 

  1. Análisis y control presupuestario

Un controller eficiente garantiza un control riguroso de los presupuestos, identificando desviaciones y proponiendo medidas correctoras a tiempo. Su capacidad para anticipar problemas financieros y mantener el equilibrio entre ingresos y gastos es un indicador clave de su desempeño.

 

  1. Mejora de la rentabilidad y eficiencia

El impacto positivo en la rentabilidad y la eficiencia operativa de la empresa, a través de la optimización de recursos y la mejora de procesos internos, es otro de los indicativos de la buena labor del controller

  1. Gestión de riesgos

El controller debe identificar y evaluar los riesgos que pueden afectar el cumplimiento de los objetivos empresariales y proponer soluciones efectivas para mitigarlos.

  1. Calidad y utilidad de los informes

La capacidad del controller para proporcionar informes financieros y de gestión claros, detallados y útiles para la toma de decisiones estratégicas es fundamental. Estos informes deben facilitar la comprensión de la situación de la empresa y apoyar a la dirección en la toma de decisiones informadas.

  1. Apoyo a la dirección y alineación estratégica

El éxito también se mide por la calidad de la colaboración entre el controller y la alta dirección, así como por su capacidad para alinear los objetivos financieros con la estrategia global de la empresa.

  1. Uso de herramientas analíticas y tecnológicas

El dominio de herramientas de análisis de datos, reporting y control de gestión, así como la capacidad para automatizar y digitalizar procesos, contribuye a la eficiencia y calidad del trabajo del controller, siendo un factor cada vez más relevante para medir su éxito.

  1. Análisis de ratios y benchmarking

El uso efectivo de ratios financieros y operativos para comparar el desempeño actual con periodos anteriores, tendencias futuras y competidores del sector es otra métrica importante que sirve para comprobar el éxito.

¿Qué herramientas tecnológicas necesita un controller?

Para poder desarrollar su trabajo de manera eficiente, un controller de gestión utiliza una variedad de herramientas y tecnologías para analizar datos, facilitando así la toma de decisiones informadas y estratégicas en la empresa. Estas herramientas pueden clasificarse en varias categorías según su función principal:

  • Herramientas de análisis y visualización de datos: Estas plataformas de Business Intelligence permiten crear informes interactivos y dashboards visuales, facilitando la interpretación de datos complejos y la monitorización de indicadores clave (KPI). Igualmente, permiten agrupar datos de distintas fuentes en paneles de control personalizables y fáciles de interpretar, sin necesidad de programación avanzada.
  • Herramientas de gestión y procesamiento de datos
  • Cuadro de mandos integral: Permite al controller medir la evolución y resultados de proyectos mediante indicadores clave, facilitando la detección de amenazas y oportunidades.
  • Sistemas de reporting: Herramientas que transforman datos en información útil para la toma de decisiones, difundiendo conocimientos y controlando el cumplimiento de objetivos.
  • Sistemas de control presupuestario y de costes: Permiten el seguimiento y análisis de presupuestos y costes para asegurar el equilibrio financiero y operativo.

En lugar de contar con tantas herramientas, lo que de verdad necesita un controller es una sola herramienta con la que poder hacer todo desde un único punto: un ERP. Un ERP es fundamental para el buen desempeño del controller, ya que actúa como el eje central donde convergen todas las herramientas necesarias para su labor. Este sistema permite integrar y unificar los datos de todas las áreas de la empresa, asegurando que la información esté siempre disponible, actualizada y centralizada. Gracias a esto, el controller puede realizar análisis más precisos, detectar ineficiencias y proponer estrategias basadas en datos confiables. La capacidad de un ERP para conectar procesos contables, operativos y financieros en una sola plataforma lo convierte en una herramienta indispensable para optimizar la gestión y garantizar una toma de decisiones acertada.