Cuando hablamos de digitalización de empresas nos referimos a una transformación de los procesos, relaciones y modelos de negocio, con el objetivo de adaptarse a las nuevas tecnologías y lograr ser competitivos.
En otras palabras, se trata de acondicionarse a la revolución digital y tecnológica que estamos viviendo en estos tiempos.
Y es que el entorno en el que se desarrolla toda actividad comercial está en constante cambio: los clientes, la competencia, la tecnología y, en definitiva, nuestra cultura como sociedad. Todo cambia.
Solo por poner un ejemplo, hoy en día es tal la cantidad de información que reciben los consumidores, que se precisa cambiar el medio y el modo para acercarse a ellos. ¿Un anuncio en la radio? Va a ser que no. Más vale que tengas un plan alternativo.
Para poder hacer frente a estos grandes cambios y no ser excluidos del mercado, es necesario acometer un proceso eficaz de digitalización de empresas.
¿Qué es la digitalización de empresas?
Podríamos explicar la digitalización de empresas de un modo sencillo: adaptar la forma de trabajo a los medios electrónicos y a los avances digitales (como la Inteligencia Artificial o el Big Data, por citar algunos).
Un ejemplo claro lo podemos encontrar en la adaptación del correo ordinario al correo electrónico. De igual modo, los datos de la empresa que tenían el papel como soporte pueden pasar a un formato digital.
Sin embargo, la digitalización va un paso más allá. No en vano, se trata de un proceso integral en el que toda la cultura de la organización se ve involucrado en él.
De este modo, hablamos de una estrategia global, que debe suceder en todo el seno de la compañía: el tratamiento de datos, los procesos de trabajo, las relaciones (tanto internas como externas) y el desarrollo de nuevos productos están basados en las nuevas aplicaciones tecnológicas.
No es simplemente la utilización de nuevas tecnologías. No se trata de crear una tienda online y salir a correr. No. La digitalización comprende una cultura empresarial, en la cual deben estar involucrados todos los niveles del organigrama de la compañía.
¿Qué cambios, mejoras y ventajas trae consigo la digitalización de empresas?
Las nuevas tecnologías propician la creación de nuevas formas de hacer negocio. De hecho, han logrado cambiar el paradigma en las dos vertientes: tanto en el lado de la oferta (cómo las empresas comercializan sus productos) como en la demanda (la forma en que se lleva a cabo la compra).
Estas son las principales ventajas derivadas de la digitalización:
1. Tratamiento de datos
Todos los sistemas de control interno, así como los parámetros externos (principalmente los de captación de clientes), deben ser debidamente gestionados.
Gracias a la tecnología digital, tanto el almacenamiento como la analítica de datos pueden llevarse a cabo de un modo sencillo, barato y eficaz. La monitorización de los datos esenciales permitirá diseñar los planes y estrategias oportunas.
2. Relaciones empresariales
Una de las consecuencias que trae consigo una notable mejora en las comunicaciones es la información disponible para el cliente.
Actualmente, todos los consumidores han cambiado sus hábitos de compra; por tanto, es esencial cambiar el modo de relacionarse con los clientes (esto incluye la publicidad y los medios para acercarse a ellos).
Quizá pensemos que en los modelos de negocio B2B no se cumplen estas normas, pero nada más lejos de la realidad. Las relaciones con proveedores, clientes, empleados, administraciones públicas y demás agentes se suceden en todos los ámbitos. Unos ejemplos claros son la utilización de la factura electrónica y las nóminas online.
En este sentido, cabe reseñar que el modelo de empleo está sufriendo un cambio. Los nuevos empleados trabajan de forma colaborativa. Cada vez es más necesario en trabajo en equipo y nuevos sistemas de incentivos que los mantengan motivados.
3. Innovación de productos y procesos
Existen una gran multitud de tecnologías que facilitan la creación de nuevos productos y servicios. Además, la rapidez y eficacia en este aspecto es clave (debido a la velocidad vertiginosa con la que se producen los cambios en el entorno).
Los modelos de negocio están en constante evolución, dejando a sectores enteros en una obsolescencia progresiva (por ejemplo, el transporte público). La solución pasa por la necesaria adaptación de las empresas mediante planes de transformación digital.
¿Qué importancia tiene la transformación digital para las empresas?
La ventaja más evidente de la utilización de tecnologías más avanzadas es una mayor eficiencia en los procesos y el ahorro en costes. Pero, más allá de una ventaja, este factor se torna imprescindible para el crecimiento futuro de cualquier empresa.
Todo esto se expone mejor si tomamos como ejemplo un sector pionero en digitalización empresarial como es la banca.
La banca como ejemplo de transformación digital
Actualmente, gracias a las tecnologías de la comunicación, la banca ha pasado de ofrecer sus productos y servicios en una oficina, a ofrecerlos por la vía online.
El resultado es que cada vez son más los clientes que utilizan este medio por la comodidad que les representa: se ahorran desplazamientos innecesarios, evitan colas y esperas, disponible a cualquier hora, etc.
Podríamos afirmar que la banca online puede ofrecer productos de la misma calidad, pero los usuarios perciben un valor adicional gracias a la utilización de las nuevas tecnologías.
Por otra parte, las entidades bancarias ahorran una serie de costes en sus procesos de gestión, lo cual propicia que puedan lanzar ofertas más atractivas (ahora son más las cuentas sin comisiones, por ejemplo).
La consecuencia es que el banco ofrece productos de mayor valor en el mercado a un coste inferior.
Cualquier entidad que no se adapte a este nuevo escenario no tendrá capacidad para competir en el mercado. La digitalización de empresas se ha convertido en una necesidad para el sector.
Observemos como, simplemente modificando la relación con los clientes, todo un sector económico puede transformar su forma de hacer negocios.
Si esta premisa la trasladamos a las demás áreas y departamentos de la empresa, concluiremos que todo el proceso productivo tiene un enorme potencial de eficiencia (en el sentido de aportar un mayor valor añadido a menores costes).
Como es lógico, cada sector tiene sus propios ritmos de transformación digital. Sin embargo, si de algo podemos estar seguros es de que las empresas que no asuman este cambio quedarán excluidas del mercado.
Digitalización de empresas, una obligación más que un capricho
En síntesis, la digitalización de empresas sucede en varios frentes. Se trata de un plan paulatino, meditado, a medio plazo y en el que necesariamente tienen que colaborar las personas que componen la compañía.
Su finalidad es adecuarse a los cambios, a las nuevas formas de consumo, un acercamiento a los clientes más efectivo, la mejora de las relaciones en todos los ámbitos, etc. Todo ello a través de un eficaz tratamiento y explotación de los datos (tanto internos como externos).
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