la salud en la tecnologia
14 Dic. 2022

La salud en la tecnología: el software

 

En esta cuarta entrega de De Pyme a Pyme, la serie de podcasts en la que abordamos diferentes retos a los que se enfrentan las empresas, vamos a hablar de la salud en la tecnología. 

Como quizá ya sepas si nos sigues, aquí tratamos las principales preocupaciones que hay en sectores como el de la distribución, la logística, el retail, la fabricación y la sanidad. Vinculado con este último sector, el tema que analizamos hoy desde Ekon es de actualidad, porque las tecnologías en la salud están cada vez más presentes. 

Ya en nuestro segundo capítulo hablamos con José López, Director de Desarrollo de Negocio en el Hospital Virgen del Alcázar de Lorca (Murcia), y nos dio su visión desde el pie del cañón sobre la digitalización del centro sanitario.

Hoy vamos a ver cómo trabajar la transformación digital desde la perspectiva de lo que puede ofrecer un software. Para ello contamos con la presencia de Raúl Poyato, Product Manager en Ekon para el sector de la sanidad. Analicemos la salud en la tecnología y viceversa… 

Cómo ayudan las tecnologías en la salud

Para los menos puestos en el tema, ¿qué diferencias podemos encontrar entre un hospital y una clínica? ¿Y qué afectaciones pueden tener en sus sistemas de gestión?

Hace años, cuando se hablaba de un hospital nos venía a la mente un servicio público. En cambio, al hablar de clínica, nos venía el concepto de servicio privado. También, antiguamente, difería el estatus económico de las personas que acudían a uno u otro. 

Esta percepción ha ido cambiando en el tiempo y ahora tenemos hospitales públicos, privados y con atención mixta. Aunque cuando hablamos de estos centros pensamos en servicios 24 horas, de urgencias, de ingresos, de quirófano, de farmacia, de unidades de tratamientos específicos, de gestión de pruebas para el diagnóstico, etc. 

Al contrario, si nombramos una clínica, esta no tiene por qué estar abierta todo el tiempo. Normalmente la asociamos a una atención ambulatoria, a consultas médicas y a la aplicación de tratamientos específicos (como la rehabilitación). 

Pero las diferencias entre ambos centros sanitarios se han ido diluyendo cada vez más. Hoy en día existen muchas clínicas privadas, por ejemplo, que dan una atención ininterrumpida. Además, tienen casi los mismos servicios que un hospital, a pesar de que sean a una escala menor. 

Por tanto, una de las principales diferencias que puede haber entre clínica y hospital 24 horas es el sistema de ingreso. Es decir, que el segundo tiene mayor capacidad, mientras que la primera suele estar más tematizada: en traumatología, estética, etc. En lo que respecta a los sistemas de información, los hay tanto específicos como grandes e integrados, que abarcan las distintas áreas del centro y las conectan entre sí. 

Qué beneficios encuentra la salud en la tecnología

Hoy en día, como pacientes, vemos muchos cambios en los sistemas tradicionales. El más importante es que el paciente viaja y se mueve sin tener que llevar su historial de un lado a otro. 

Podríamos enmarcar esto en el IoT en Sanidad. Y es que este permite que se disponga de una historia clínica completa y actualizada para la preparación de la visita, agendar las pruebas de forma eficiente, ahorrar tiempo y alimentar las bases de datos de diagnósticos para que la IA aporte sugerencias al facultativo de por dónde podría enfocarse. 

Aparte de la evidente comodidad, ¿qué más hay detrás de todo esto? ¿Qué beneficios obtienen los profesionales?

El gran beneficio lo ha aportado precisamente la incursión de las tecnologías en la salud a nivel global. Al principio había mucho uso del papel y servicios descentralizados que no se comunicaban entre ellos. Pero con la gran evolución que ha habido, ahora el paciente tiene acceso a sus datos sanitarios desde su smartphone. 

También puede solicitar online una consulta médica. Y en esto el principal cambio que veo es que, si surge un problema por una demora o un retraso, llega una notificación para informar al paciente. Incluso se suele mandar un recordatorio de esa cita días antes. 

Igualmente, el paciente puede anular una prueba a distancia y hasta rellenar datos de un preingreso, por ejemplo. Es relevante que puedas ver la radiografía, ecografía o resonancia que te han hecho, en tu propio móvil o tablet. Y es muy útil para poder llevarla a que la vea un profesional de otro lugar, si este no tiene conexión al sistema en el que se encuentra. 

Al final, el usuario es el portador de esa información de la Historia Clínica Electrónica (HCE) compartida y de la interconexión entre los diferentes sistemas. 

En la sanidad privada se ha realizado una gran inversión para que los beneficios que puede encontrar la salud en la tecnología sean posibles también. Porque las organizaciones sanitarias han visto que la tecnología es una gran aliada que permite reducir costes, tiempo y riesgos.

Por otro lado, al hablar de que los sistemas gestionan grandes cantidades de datos de muchas personas, tenemos que hacer referencia al Big Data. Este juega un papel destacado a la hora de analizar y explotar toda la información, de forma que el beneficiado sea el propio paciente. Las ventajas pueden notarse en los tratamientos, en adelantarse a posibles patologías o en detectar ciertos síntomas que nosotros no apreciamos, pero que esta tecnología sí.

¿Y toda esta información, qué seguridad tiene? ¿Debemos preocuparnos? 

Sinceramente no, no hay que preocuparse. La inversión en seguridad informática (que ya es muy elevada) va creciendo mucho en todos los sectores y, en especial, en el de la sanidad. Debemos tener en cuenta que toda la información se queda en grandes centros de datos de computación. 

Esto no quita que puedan darse casos esporádicos de acceso indebido, pero la afectación suele ser mínima. Podemos estar muy tranquilos en este aspecto, ya que hay siempre un equipo vigilando que no se produzcan estas situaciones y, si ocurren, actuar de inmediato. 

En la evolución de la salud en la tecnología podemos incorporar el concepto de la telemedicina. Después del Covid-19 ha quedado confirmada su utilidad para casos de emergencias, en entornos de difícil acceso o cuando hay pacientes con problemas de movilidad, entre otras situaciones. 

A modo de conclusión, ¿estamos cerca de un futuro en el que la atención no está vinculada a ir donde está la información? Por ejemplo, sin ir a la consulta, el poder externalizar postoperatorios, que los cuidados se den en los mismos domicilios, etc. 

Ese futuro ya está aquí realmente. Las tecnologías en la salud han conseguido romper las barreras físicas, han unificado procesos de trabajo y reducido tiempos de tratamiento del paciente. Los sistemas informáticos de las principales organizaciones sanitarias “hablan” entre sí para enviar solicitudes, resultados, datos de evolución de la persona, etc. 

Por ejemplo, un médico puede recibir en su teléfono móvil un aviso de si a un paciente ingresado le ha subido un determinado valor y requiere de su asistencia. El facultativo puede consultar los datos en todo momento, sin necesidad de estar delante de un ordenador. 

Incluso hay hospitales que realizan el seguimiento de trazabilidad del paciente por el edificio de forma automática mediante pulseras identificativas con RFID. Esto permite ver dónde está y qué se le está haciendo (si está en preoperatorio, en quirófano, en la sala de reanimación…). 

Hoy en día nos encontramos ya hasta robots quirúrgicos, algo que era impensable hace veinte años. Estos ayudan en las cirugías de alta complejidad o en aquellas que antes eran muy invasivas. 

Finalizamos este podcast invitándote a que, si te ha quedado alguna duda o tienes alguna pregunta sobre lo comentado, te pongas en contacto con nosotros en el email [email protected]

Te esperamos en el siguiente episodio de De Pyme a Pyme. Como decía Pablo Picasso: “La inspiración existe, pero tiene que encontrarte trabajando”, así que manos a la obra.

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