Qué es la rotación de existencias y cómo se calcula

En las empresas comerciales y las que se dedican a fabricar productos, la rotación de las existencias juega un papel destacado y su correcta gestión es clave para evitar problemas de stock. Desde el punto de vista financiero, cuantos menos productos tengas en el almacén, mucho mejor, siempre que no llegues a la rotura de stocks y vayas satisfaciendo la demanda de tus clientes en los plazos habituales.

Quedarte sin unidades disponibles de un producto en tu negocio no es nada bueno si lo necesitas para venderlo a un cliente o para utilizarlo en un proceso productivo. Puede causar pérdidas económicas importantes, además del impacto que tiene en los almacenes.

Ya ves cómo puede influir en tu empresa una mala rotación de inventarios. Ahora, debes saber en qué consiste exactamente, qué cálculos necesitas realizar para llevar una magnífica gestión de la rotación de existencias y cómo interpretar los resultados obtenidos.

¿En qué consiste la rotación de existencias o inventarios?

La rotación de existencias es un concepto bastante claro, aunque puede tener dos definiciones distintas, según el sector en el que se aplique.

Una de ellas nos dice que la rotación de productos consiste en el número de veces que tu inventario del almacén necesita ser repuesto en un periodo de tiempo determinado. Normalmente este periodo es de un año, aunque puede ser menor o mayor dependiendo de tu flujo productivo.

La otra definición, en cambio, hace referencia a la cantidad de veces que un artículo o producto pasa por su proceso comercial. En otras palabras, el número de veces que es pedido por un cliente, sale del almacén, se vende y se cobra, también durante un periodo de tiempo concreto, pero menor que en el caso anterior.

Al final, se trata de recuperar la inversión inicial hecha para adquirir ese producto, almacenarlo y después gastarlo en la empresa o venderlo, obteniendo un margen de beneficio indirecto o directo. La rotación de productos permite repetir ese proceso que, si es continuo e imparable, indica que el negocio es eficiente y rentable. Ya sea en el sector industrial o en el comercial, esto significa que la cadena de suministro funciona adecuadamente y, para que así sea, hay que controlar los números.

Cálculos necesarios para la buena gestión de la rotación de existencias

Para gestionar correctamente la rotación de productos en tu compañía, en primer lugar, tienes que calcular la tasa de rotación de existencias de cada producto. La fórmula es sencilla: divide el valor de las referencias vendidas a su precio de coste (al que las compras a tu proveedor) entre el valor promedio de las existencias. El cociente que obtendrás te mostrará el número de veces que se renueva tu inventario en el tiempo que fijes, según de cuándo sean los datos utilizados en la división. Puede ser un año, meses, semanas o incluso días. Tu tasa de rotación de existencias es mayor cuanto más alejado esté del uno ese valor obtenido.

Después, puedes hallar el periodo medio de almacenamiento de stock para descubrir cada cuánto tiempo repones tu almacén. En este caso, la operación matemática consiste en dividir los 12 meses del año entre ese índice que ya has calculado anteriormente.

Interpretación de las ratios

Una vez has realizado estos cálculos básicos, interpretarlos te dará una idea de si debes cambiar o mejorar algo en la rotación de existencias de tu negocio. Si la ratio o índice es alta significa que las ventas también lo son, aunque ese movimiento constante en el inventario supone un flujo de trabajo mayor en el almacén, con el consecuente mayor coste de gestión (preparar pedidos, manipular mercancía, etc.). En estos casos, debes vigilar bien el margen de stock de seguridad para evitar las roturas.

En cambio, una ratio baja quiere decir que los productos tardan más en reponerse y que hay un volumen de inventario excesivo en la empresa. Ello repercute en mayores costes de almacenamiento e incluso en el riesgo de que algunos artículos queden obsoletos si transcurre mucho tiempo sin que tengan salida.

Lo ideal es que encuentres el punto de equilibrio entre almacenar los artículos y utilizarlos o venderlos en unos tiempos adecuados. Pero ten en cuenta que estas ratios son orientativas para las empresas comerciales y no implican lo mismo para aquellas que se dedican a fabricar productos.

Por tanto, tienes que analizar siempre los datos con cierta perspectiva sectorial, de forma que compares también tu ratio de existencias con la media de tu sector. Y es que en los negocios industriales los activos fijos no deberían rotar tanto: es más positivo tener una ratio más pequeña que alta porque eso significa que, por ejemplo, no es necesario reponer muy a menudo los equipos o las máquinas dedicadas a la producción.

Por último, una ratio de existencias orientada al corto plazo te ayuda a conocer su proporción respecto a los activos corrientes.

En definitiva, a la hora de gestionar la rotación de existencias y hacer que juegue en favor de tus resultados, es importante saber cómo realizar los cálculos esenciales y cómo interpretarlos correctamente. Para que llevar a cabo estas operaciones sea aún más fácil, te ofrecemos el software industrial Ekon Cadena de Suministro SCM, una herramienta con la que puedes gestionar tu stock de forma impecable.