coaching empresarial
11 Abr. 2019

Coaching empresarial y generación de beneficios

 

Cuando hablamos de coaching empresarial nos referimos, obviamente, al proceso de coaching que se lleva a cabo en el seno de la empresa.

Pero ¿qué es el coaching en realidad? ¿Qué beneficios aporta a la empresa? En este post responderemos a esas preguntas.

¿Qué es el coaching?

El coaching es una metodología en la cual existen dos partes:

  1. El coach. Es la persona que dirige el proceso, el diálogo, las preguntas…
  2. El coachee. Es la persona que recibe las sesiones de coaching. Puede ser una sola persona o más, en función de si se trata de coaching individual o coaching de equipos, como veremos más adelante.

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Ahora bien, ¿en qué consiste exactamente una sesión de coaching? En ella, el coach realiza una serie de preguntas al coachee o a los coachees con el objetivo de ayudarles a encontrar respuestas a los interrogantes objetivo. Algunos ejemplos de esos interrogantes pueden ser:

  • ¿Cómo puedo alcanzar mis objetivos?
  • ¿Cómo puedo sentirme más motivado?
  • ¿Cómo puedo resolver este problema?

Por supuesto, en lo empresarial estas preguntas irán dirigidas hacia este terreno más que hacia el terreno personal. Sin embargo, en muchas ocasiones lo personal y lo profesional se entremezclan, por lo que el coach tendrá que saber cómo moverse entre los dos ámbitos.

Por lo tanto, el coach estructura la sesión para realizar al coachee o los coachees las preguntas adecuadas que les dirijan hacia la respuesta a sus preguntas. En otras palabras: la base del coaching se encuentra en el hecho de que las respuestas se encuentran en los coachees y la labor del coach es ayudarles a encontrarlas. Esa es su diferencia respecto a la formación, en la que el coach transmite conocimientos, recomendaciones, consejos, etc. En el coaching, el coach solo puede hacer preguntas.

Tipos de coaching empresarial

Ahora que ya tenemos claro el funcionamiento esencial del coaching, veamos los tipos que podemos aplicar directamente en la empresa y cómo afectan a la generación de beneficios:

  1. Coaching motivacional. Su objetivo principal es despertar la motivación en los miembros de la empresa para que, a través de ella, sean más productivos y eficientes. Se dirige a ayudar a las personas a adquirir y desarrollar un pensamiento positivo y optimista y así facilitar que puedan alcanzar sus objetivos. Esto, sin duda, afecta a la generación de beneficios, ya que los empleados desmotivados rendirán mucho menos y dispondrán de una peor actitud hacia la resolución de problemas. Sin actitud positiva, difícilmente podrán alcanzar los objetivos que la empresa requiera de ellos.
  2. Coaching transformacional. Su objetivo principal es cambiar la perspectiva, el punto de vista y/o la actitud de los coachees para alinearlos más con los objetivos empresariales. Está muy ligado al coaching motivacional, ya que, al cambiar la perspectiva, las personas desmotivadas pueden disparar su motivación gracias al cambio de enfoque mediante valores, creencias y pensamientos, trabajando sobre las actitudes, maneras de ser o acciones y conseguir resultados alineados con el objetivo.
  3. Coaching ejecutivo. Dirigido principalmente a los peldaños superiores del organigrama empresarial. El coach deberá tener experiencia en dichos peldaños para poder ponerse en el lugar de los coachees. Se puede aplicar de forma motivacional o transformacional, pero sea como sea, su objetivo final será siempre la alineación con la generación de beneficios para la empresa, liberando el talento del coachee y maximizando la efectividad de sus actividades.
  4. Coaching de equipos. Dirigido a equipos de trabajo con el objetivo de unirlos y conseguir que trabajen juntos con mayor eficacia y eficiencia. Esto repercute positivamente en la generación de beneficios para la empresa, ya que los resultados que se alcancen en ella dependen directamente de la interacción entre sus miembros. Al igual que el coaching ejecutivo, también se puede aplicar de forma motivacional o transformacional y, por supuesto, se puede realizar en cualquier nivel del organigrama empresarial, incluyendo los peldaños superiores. Así toman conciencia del tipo de interrelaciones que existen entre los miembros del equipo, cómo mejorar sus resultados, la toxicidad o salud existente… Esto ayuda a realizar la toma de decisiones.

Como acabamos de ver, el coaching empresarial es una metodología que, si se realiza de la forma correcta, puede contribuir a que la empresa genere más beneficios. Lo más importante es recordar en todo momento que el coaching no proporciona soluciones, sino que las soluciones se encuentran en los coachees, las personas que experimentan el proceso. Si lo que queremos es transmitir conocimientos o aconsejar, entonces no necesitamos a un coach, sino a un formador o a un trainer.

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Javier Piazuelo
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