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15 Dic. 2022

El método PMP para calcular el valor del stock en el almacén

 

El método PMP (siglas de Precio Medio Ponderado) sirve para valorar lasexistencias del almacén de las empresas. En este artículo vamos a analizar en qué consiste exactamente y cómo se realizan los cálculos para obtener el valor de salida de las mercancías dentro de una compañía.

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¿Qué es el método PMP o metodología del Precio Medio Ponderado?

El método PMP, o método del Precio Medio Ponderado, es una metodología de valoración que forma parte de la contabilidad. Se usa para obtener el valor medio de los stocks que había en un inicio dentro del almacén, y ver qué cantidad ha entrado y salido según el movimiento comercial de la compañía.

Esta metodología está basada en la legislación del Plan General Contable. En ella, se aconseja adoptar este método para realizar los cálculos contables para bienes de los cuales no se pueda llevar a cabo una medición según el precio de adquisición o el coste de producción de manera individualizada.

El método PMP relaciona los costes totales de compra o aquellos que se han destinado a la producción de bienes o mercancías, contabilizando la cantidad de los mismos. Es un cálculo a partir del cual se obtiene una valoración de las existencias, y se utiliza en aquellas empresas que no tienen un criterio específico a la hora de valorar las mercancías que salen de su almacén.

Con la metodología PMP no hace falta tener en cuenta el orden de entrada y salida de las mercancías como pasa con las LIFO, FIFO y FEFO.

Para realizar el cálculo del Precio Medio Ponderado hay que seguir esta fórmula:

PMP = (Suma del precio de cada bien x Cantidad de bienes comprados) / Cantidad total de bienes

¿Cómo tener controlado el stock de almacén?

Tener un control del stock exacto con el que se cuenta en un almacén es básico para poder aplicar el método PMP y resulta imprescindible para trabajar con más precisión, planificación y organización. Para ello, la ficha de almacén es la herramienta más eficaz. 

¿Qué es una ficha de almacén?

La ficha de almacén es clave para gestionar las existencias y averiguar, con exactitud, qué se necesita adquirir. Proporciona una instantánea de las mercancías que hay en el almacén y resulta indispensable para conseguir sacarles el máximo rendimiento posible.

¿Qué elementos aparecen en una ficha de almacén?

Su formato variará en función de las necesidades y del sistema de logística de almacenamiento. Aun así, esta ficha cuenta, como mínimo, con dos partes diferenciadas: encabezamiento y descripción (en las que hay que desglosar toda la información referente a la operación). Además, en ella se debe anotar también todo lo relacionado con la entrada o salida de las mercancías, e incluir un apartado referente a las existencias y precios de venta.

Los beneficios de un buen control del stock

Las fichas de almacén son clave para un buen control del stock en tu almacén, y este te proporcionará innumerables beneficios. Entre ellos destacan los siguientes:

  • Poder especificar el stock mínimo.
  • Evitar excedentes, que hacen que muchas empresas gasten recursos innecesarios y que ocupan parte de sus almacenes sin hacer falta.
  • Sacar inventarios a fecha y, por tanto, pasar las auditorías sin problemas.
  • Reducir el tiempo empleado en la logística de almacenamiento.
  • Acceder cómodamente a históricos.

¿Cuáles son las ventajas del método PMP ante el LIFO, el FIFO o el FEFO? 

El uso de la metodología PMP supone un control continuo de las existencias y estas son algunas de sus principales ventajas:

  • Es muy sencilla de poner en práctica.
  • No es necesario un seguimiento de las mercancías que se están vendiendo (al contrario de con los métodos FIFO, LIFO y FEFO).
  • Utiliza el mismo precio para establecer el coste del inventario en todas las unidades que se tienen en el almacén de la compañía.
  • Es una metodología neutral, ya que estabiliza los costes de las existencias cuando los precios están fluctuando dentro del mercado (entornos inflacionistas).

Ejemplo de aplicación del método PMP 

En este ejemplo de aplicación del método PMP tenemos una ferretería con 1000 tornillos en almacén, cuyo precio es de 0,5 euros / unidad. Si decidimos comprar 500 tornillos más a 0,6 euros la unidad, las existencias serán de 1500 tornillos, pero el valor no será el mismo, sino que será el Precio Medio Ponderado.

Vamos a calcular el número de tornillos por su precio de compra:

(1000 x 0,5) + (500 x 0,6) = 500 + 300 = 800 

Ahora que sabemos el valor o precio total de los tornillos, debemos realizar la suma de todas las unidades compradas:

1000 + 500 = 1500 tornillos

Después, tenemos que dividir el coste total de los tornillos entre el número total de unidades:

800 euros / 1500 tornillos = 0,53 euros por tornillo

Ahora sabemos que cada tornillo de nuestra ferretería va a tener un Precio Medio Ponderado de 0,53 euros.

El cálculo del PMP va a ser la referencia a la hora de valorar las salidas de tornillos que se van a producir hasta el momento en el cual se realice una nueva compra de este producto. Es entonces cuando será necesario volver a realizar el cálculo para obtener un nuevo Precio Medio Ponderado.

Ahora que ya sabes en qué consiste el método PMP y para qué sirve, te será útil saber también que existen herramientas como los ERP para cadenas de suministro que realizan todos estos cálculos de forma automática. Además, estos llevan a cabo un análisis en tiempo real y de forma dinámica, con lo que ayudan a la empresa a tener un control más exhaustivo de las mercancías que se encuentran en sus almacenes.

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Costes de almacenamiento: qué son, tipos y factores que influyen en ellos

Los costes de almacenamiento son todos aquellos gastos que surgen al mantener las existencias del negocio en el depósito de la empresa. En otras palabras, todos los que permiten mantener un almacén en funcionamiento y proteger y gestionar el stock.

Los costes de almacenamiento pueden ser de diferentes clases y se dividen entre fijos y variables. Estos últimos son los que aumentan o disminuyen en función de los productos que se mantienen en stock. Los principales son los siguientes:

  1. Costes de infraestructura. Están relacionados con la infraestructura del propio almacén. Van desde el alquiler o propiedad del lugar, hasta la financiación que haya sido necesaria, pasando por el mantenimiento o reparación de la nave, los impuestos pertinentes, los seguros, etc.
  2. Costes de las instalaciones. Son los gastos relacionados con la maximización de la capacidad de almacenaje y la optimización de las cargas existentes en el interior. Aquí entran, por ejemplo, las carretillas elevadoras, los dispositivos de asistencia al picking, el embalaje automático, los sistemas de almacenaje y, por supuesto, los software de gestión de almacén.
  3. Costes de gestión y manipulación. Se trata de aquellos costes de almacenamiento que permiten mantener activo el almacén y su flujo de materiales; como el coste de personal, el coste de los equipos técnicos, su amortización y financiación, los suministros (por ejemplo, la energía o el agua), los embalajes, etc.
  4. Costes de mantenimiento del stock. Estos son fundamentales para que las estrategias de gestión logística den los resultados esperados. Dentro de este tipo de costes de almacenamiento se encuentran dos subgrupos. Por un lado, está el coste del propio stock y, por otro, el de los seguros, que va a depender del tipo de mercancía que se almacene.
  5. Otros costes. En esta categoría se engloban todos aquellos gastos relacionados con las incidencias o imprevistos propios de la actividad logística. Algunos ejemplos son las roturas de stock, los posibles daños en la mercancía o los descuadres de inventario.

Factores que influyen en los costes de almacenamiento

Existen diversos factores que afectan e influyen en los costes de almacenaje y que hay que tener muy en cuenta para que puedan ser procesados en los sistemas de gestión de almacenes. Están sujetos a diferentes variables, y los más comunes e importantes son los siguientes:

  • La cantidad de productos almacenados y el volumen por referencias.
  • Las dimensiones de las mercancías. Cuanto más compactas, menos ocupan y más espacio disponible dejan.
  • El tipo de demanda.
  • El método de preparación de los pedidos y la optimización de tiempo, recursos y espacio.
  • Y, por supuesto, la ubicación del almacén.

Conocer y controlar los costes de almacenamiento es vital para el buen funcionamiento de una empresa. Y es que así se pueden tomar medidas para optimizarlos y reducirlos y, en consecuencia, aumentar los beneficios.

Por supuesto, contar con un software de gestión facilita que todo el proceso sea viable y que se consiga cumplir con los objetivos y estrategias fijados. En Ekon te ofrecemos un ERP de gestión empresarial completo y constantemente actualizado, con el que podrás evaluar y analizar todos los procesos de tu compañía para cumplir con las expectativas del negocio. Gracias a herramientas como esta, nunca ha sido tan fácil aplicar el método PMP.

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