ratio tesoreria
16 Abr. 2020

¿Qué es y cómo interpretar el ratio de tesorería?

 

El ratio de tesorería es un indicador de los más importantes para conocer la capacidad de pago de una empresa.

Una ratio es sencillamente una relación entre dos magnitudes, utilizada para tener un conocimiento de la proporción que representa la una con respecto a la otra. En este sentido, el ratio de tesorería nos muestra los niveles de fortaleza que tiene una empresa para afrontar los pagos más inmediatos.

Antes de entrar en materia, debemos distinguir entre:

  • el concepto de tesorería: La tesorería está enfocada al dinero líquido que dispone la empresa (efectivo, depósitos a la vista en cuentas bancarias, etc.) para cumplir con sus obligaciones de pago más próximas. 
  • el concepto de solvencia. Por su parte, la solvencia hace mención a la capacidad que tiene una compañía para atender sus deudas en general (al corto, medio y largo plazo) con todo su patrimonio.

Debido a que toda organización empresarial tiene que atender pagos, la liquidez es un factor determinante para evaluar su salud financiera. De hecho, las empresas mueren por la liquidez (o, más bien, por la falta de ella). El ratio de tesorería es un indicador para hacer un diagnóstico antes de planificar acciones.

¿Qué es el ratio de tesorería?

Una ratio es un cociente entre dos partidas contables (dos magnitudes). De esta manera, los directivos pueden vigilar el comportamiento de la empresa, el sector y la competencia.

A la hora de estudiar las cifras empresariales, estas vienen expresadas en términos absolutos (tantos euros, tantos trabajadores, tantas horas, etc.). Sin embargo, no tiene sentido analizar estos números por sí mismos si no son comparados con otras variables (Por ejemplo: ¿la facturación es mucha o poca en relación a los costes asumidos?). Por este motivo se utilizan los ratios.

En particular, el ratio de tesorería ayuda a diagnosticar la capacidad que tiene la compañía para atender a sus pagos más inmediatos. La finalidad de este estudio no es más que detectar posibles problemas y planificar bien el futuro.

Este ratio no es el único encargado de medir la liquidez de una empresa, pero sí es el más adecuado debido a que tiene en consideración los elementos patrimoniales más líquidos.

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¿Cómo se realiza su cálculo?

Partiendo de la contabilidad, la cual nos permite un registro actualizado de la situación de balance (patrimonio de la empresa). Tomaremos aquellas partidas del activo circulante que más inmediatamente puedan transformarse en dinero líquido.

En otras palabras, los activos que sean dinero o puedan transformarse en dinero a corto plazo de un modo sencillo y rápido (sin penalizaciones):

  • Activos disponibles: Caja, cuentas corrientes, etc.
  • Activos realizables: Saldos deudores de clientes que vayan a cobrarse en un plazo breve, valores negociables en Bolsa, efectos a negociar, etc.

Teniendo en consideración el disponible más el realizable, deberá enfrentarse contra los pasivos a corto plazo (pasivo corriente) que pueda tener la empresa. Es decir, las deudas cuyo vencimiento se produzca en menos de un año (aunque también podría darse el caso de que la empresa considere como corto plazo un período diferente al año, dependiendo de su período medio de maduración).

Así pues, el ratio de tesorería se calcula de la siguiente manera:

Ratio de Tesorería= (Realizable + Disponible) / Pasivo Corriente

Como se puede observar, se trata de establecer la relación existente entre los activos más líquidos que tiene la empresa y sus deudas a corto plazo. Estas son las magnitudes empleadas para determinar las facultades que tiene la compañía para cumplir con sus obligaciones más inmediatas.

¿Cómo interpretar el ratio de tesorería?

Si atendemos a la fórmula utilizada para su cálculo, comprobaremos que, si los activos empresariales disponibles y realizables son mayores que las deudas a corto plazo, el ratio de tesorería debe ser mayor a 1.

Aunque este ratio depende de las características del sector en el cual opera la empresa, si presenta un valor inferior a la unidad significa que sus obligaciones más inmediatas son mayores a los activos y, por tanto, puede transformar en dinero en un corto espacio de tiempo: corre el riesgo de incurrir en algún tipo de impago en caso de que no tome medidas. 

En caso de que la empresa arroje una ratio de tesorería muy inferior a 1 (menor que 0,3) se deben tomar acciones con urgencia.

Algunas decisiones que pueden tomar los directivos para sanear su ratio de tesorería son las siguientes:

  • Establecer plazos para el cobro más cortos.
  • Establecer plazos para el pago más largos.
  • Transformar otros activos menos líquidos en dinero.
  • Renegociar con los proveedores las condiciones de devolución de los pasivos más inmediatos.

Por otra parte, también es posible que se de la situación contraria y el ratio de tesorería se sitúe en niveles muy superiores a 1 (cercanos a 2, por ejemplo). En este escenario se debe tener presente que existe un exceso de activos líquidos ociosos, perjudicando la rentabilidad.

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¿Por qué es importante no perder de vista este ratio?

El ratio de tesorería no es el único indicador utilizado para diagnosticar la situación de liquidez de la empresa (existe el ratio de disponibilidad, el ratio de liquidez y otros análisis financieros). Sin embargo, es realmente importante porque es una de las variables que mejor refleja hasta qué punto la empresa puede entrar en suspensión de pagos.

Este ratio, como todos los indicadores de liquidez, sufre las consecuencias inmediatas de la velocidad con la que cobra y paga la empresa, siendo estas las dos variables principales a incidir para mejorar la situación de tesorería.

Utilizar ratios para el análisis de la situación patrimonial de la compañía (en este caso la tesorería), permite la comparación con las medias del sector e incluso con otras empresas de la competencia, para establecer referencias y conocer la posición precisa.

Del mismo modo, el ratio de tesorería no es un elemento que deba utilizarse de un modo estático. Es conveniente analizar su evolución y el impacto de las medidas adoptadas a través de sus variaciones. 

Vigilar el comportamiento de el ratio de tesorería en el tiempo permite saber si la empresa está tomando las acciones correctas para gestionar sus recursos más líquidos y si su capacidad de pago adquiere o pierde fortaleza.

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