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29 Ene. 2019

10 tendencias logísticas del 2019

 

La logística reclama tecnología punta para agilizar los procesos operativos y entregar un servicio de excelencia al cliente. Tendencias como la analítica,  big data en rutas de reparto, la inteligencia artificial en seguimiento de entregas, las gafas combinadas de realidad mixta (aumentada y virtual) en el manipulado de mercancía o la robotización en almacenes y picking van madurando año a año, y ya afectan directamente en la competitividad de las empresas.

Han aparecido las fábricas 4.0… Ya no se usa el almacén como ‘depósito’ de mercancías, funcionan con stocks reducidos constantemente renovados.  La logística inteligente se ha convertido en un pilar para comercios minoristas, e-commerce, transporte, distribución, hasta ser parte fundamental de la estrategia de negocio.

La demanda no para de crecer y se han difuminado las fronteras del tiempo y el espacio. La logística está entrando en una nueva era y estas son sus principales tendencias:

  1. Omnicanalidad. El acceso a la información debe poder hacerse desde cualquier canal: físico, telefónico, email, web, redes sociales, chatbots… El mundo online ha roto las barreras geográficas y el cliente no soporta ni retrasos, ni dejar de estar informado sobre su pedido. Algunos querrán auto-gestionárselo y estar muy encima, otros que se lo faciliten al máximo y se lo den todo hecho. Pero siempre que esté la información a su alcance.
  2. Customer-centric. El cliente se ha convertido en el foco. Demanda un servicio eficiente y rápido, todo el proceso debe estar encaminado a conseguir su satisfacción y que la experiencia de usuario sea memorable. Es más, los servicios se deberán entregar de manera personalizada. Es imprescindible conocer al detalle a cada cliente para poder atenderle sin intromisiones ni atropellos.
  3. Visibilidad y rastreo. La logística smart se basa en la transparencia como valor añadido y estrategia de negocio: esto significa todo el seguimiento y monitoreo de los movimientos de la mercancía desde que se encarga hasta que se entrega deben estar a tu disposición. Debe ser un estándar de calidad, no un extra. Siendo el  seguimiento GPS básico para poder reconfigurar sobre la marcha las rutas si así fuera necesario.
  4. Sistemas de gestión especializados. Los programas ERP suelen incluir su módulo de almacén, conviene que cuente con una especialización o una buena integración con  logística y cadena de suministro. La integración con el resto de programas de facturación o de recursos humanos resultará crítica para la obtención del dato único en toda la empresa. La llegada de la cloud facilita la puesta a disposición de los mejores programas a través de plataformas web sin necesidad de grandes desembolsos en licencias a partir de la suscripción y el pago por uso (SaaS).
  5. Automatización del almacén. Para la ejecución de las tareas más pesadas, peligrosas, rutinarias y repetitivas está la robotización y la automatización en la reducción de procesos obsoletos para mejorar en eficiencia y tiempos de resolución, rebajando el umbral de fallo. Todavía no se alcanzará que el 100% de la operativa esté robotizada, pero está claro que los operarios actualizarán su rol para centrarse en tareas de mayor valor, como la analítica de datos y la gestión de clientes, sin descuidar el manejo de los nuevos elementos: lectores de etiquetas RFID o Bluetooth, geolocalización por GPS, gafas RA y RV, o brazos de picking robotizados que permiten tener controlada la mercancía en todo momento y abolir el margen de error.
  6. Transporte ecofriendly. El transporte autónomo dentro de los almacenes ya es una realidad, en cambio aún queda mucho trabajo en el de carreteras y calles a nivel de telecomunicaciones, seguridad vial o legislación. Lo que es seguro, es que será eléctrico o al menos no contaminante. El uso de materiales más sostenibles a lo largo de toda la cadena, es uno de los aspectos clave para reducir la cantidad de plásticos. De hecho, el sello de green logistics será para las empresas un reconocimiento para que su sostenibilidad sea percibida como una ventaja competitiva.
  7. La ‘Última milla’. Toda la presión se centra en cubrir la última milla: los margenes se estrechan, los tiempos de entrega se acortan, las legislaciones municipales están limitando la actividad logística en los centros neurálgicos de las poblaciones, etc. Hay que buscar nuevas alternativas de reparto que se combinen en el proceso de entrega. En este sentido, vehículos eléctricos, bicicletas y patinetes, e incluso vías de ‘coopetencia’ (colaboración y competencia de taxis, VTC, repartidores freelances, carteros…) se están abriendo paso para cumplir con la misión de la entrega perfecta.
  8. Alternativas de entrega. Los drones, al menos en España, todavía no son una alternativa, pues la legislación en materia de UAV no lo permite, ni los edificios de oficinas ni las casas están preparadas para recibir paquetes de manera autónoma y desatendida. Si bien es cierto que se están desarrollando alternativas igualmente disruptivas como: puntos de entrega neutrales (quioscos, tienda de la esquina, taquillas en estaciones de metro, tren o autobuses…), acceso al domicilio o al coche por clave secreta dejando entrar al repartidor, que normalmente lleva una cámara para grabar el proceso para tranquilidad del usuario, rutas de reparto nocturno y sin olvidarnos de la impresión 3D permite reproducir los objetos tridimensionales bajo demanda y en casa del cliente…
  9. Big Data e Inteligencia Artificial. El análisis de datos está cambiando el paradigma establecido, se posibilita la predicción de la demanda, la eficiencia de los procesos, la anticipación de conflictos, el establecimiento de las mejores rutas en tiempo real en función de diversas variables (tráfico, eventos programados, tiempo atmosférico, etc.). El Business Intelligence y el a machine learning mejora la toma de decisiones y a reduce el margen de error. El IoT mantendrá los extremos conectados con el núcleo, para seleccionar el mejor momento de entrega, contribuir a reducir el gasto de combustible y el tiempo de entrega. Todo ello con la seguridad derivada de los sistemas basados en Blockchain generando transparencia para el control de transacciones y satisfacción del cliente.
  10. Formación en nuevas tecnologías 4.0. Todas estas nuevas tecnologías que habrá que ir incorporando necesitan un nuevo perfil de operarios. El reciclaje y la formación entre el personal de almacén obligará a un esfuerzo para aprovechar la oportunidad que trae la transformación digital. Menos plantilla y mejor pagada con un nuevo rol redefinido centrado en el autentico valor añadido.
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Javier Prados
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