Empresas y ejecutivos más humanos

La empresas TIC trabajamos con mucha información, pero no tanta como para adivinar el futuro. Aun así, estamos seguros de que la humanización de las empresas, si nunca dejaron de serlo, pasa por una utilización racional e inteligente –otros dos atributos humanos– de la tecnología.

Hace pocas semanas desde ekon tuvimos el placer de ser uno de los principales patrocinadores del V Congreso Nacional de Directivos celebrado en Barcelona y organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD). Al evento asistieron más de 2.500 responsables de empresas de toda España y el eje principal de las ponencias y debates, que fueron de altísimo nivel, era cómo la tecnología iba a permitir a nuestras empresas ser todavía más humanas.

Durante el evento celebramos diversos encuentros con ejecutivos y ejecutivas de clientes de ekon, a los que invitamos al congreso. En estas charlas distendidas, además de saludarles y agradecerles la confianza depositada en nuestra marca, resulta interesante también conocer de primera mano cuáles son sus inquietudes ante los cambios tecnológicos que están afectando a todos los sectores industriales por igual. Tras cierto análisis a raíz de lo que pudimos comentar he extraído cinco reflexiones.

Lo digital ya no es un tema del CIO o de los responsables de informática en exclusiva. Los directivos de las empresas ya son competentes para entender un balance financiero, pero cada vez más deben tener capacidad para interpretar cómo la tecnología puede contribuir a hacer su negocio más competitivo y más sostenible. De esta forma, las empresas pueden disponer de mejores y diferentes capacidades para competir, acelerando así en su innovación.
La tecnología está muy bien, siempre y cuando ayude… Algunos ejecutivos me contaban cómo, antes de trabajar con ekon, veían que sus estrategias, de internacionalización por ejemplo, se veían supeditadas a no contar con el software ERP necesario y perdían grandes oportunidades de negocio al tener que esperar una respuesta tecnológica durante meses. La tecnología debe estar al servicio de las empresas y no las empresas al servicio de la tecnología.
Las empresas no somos ni más ni menos que el talento de las personas que las formamos(independientemente de los grandes avances TIC que vivimos). Muchos señalaron que parece contradictorio que aspectos que generarán la revolución tecnológica –robótica, Inteligencia Artificial, Business Analytics, Internet of Things, etc.– sirvan para humanizar nuestras empresas. Mi opinión es que, como en anteriores revoluciones industriales/tecnológicas, la transformación digital va a facilitar el día a día de los trabajadores, liberándoles de tareas repetitivas y sin importancia, y permitiéndoles aportar verdadero valor a sus organizaciones.
El cambio de modelo de trabajador y de trabajo. Por primera vez muchas empresas reúnen a profesionales nacidos en los años 1955 y 1995. Babyboomers junto a Millenials, personas con valores diferentes. Para los millenials la retribución no es todo; sino que incorporan otros conceptos como la conciliación, el trabajo en equipo o el tipo de trabajo. Y por extensión nuevas formas de trabajo con procesos más horizontales y menos jerárquicos y con más trabajo por proyectos, teletrabajo, etc…con la consecuente apuesta tecnológica a la medida de cada usuario que esto supone.
La seguridad de que la tecnología va a cambiar a su empresa durante los próximos años, si no estaba ya haciéndolo. También remarcaron la incertidumbre en la que se movían, una incertidumbre a la que no ayudaban el posicionamiento de algunas empresas y consultoras TIC más orientadas al cortoplacismo que a convertirse en verdaderos compañeros de viaje en la nueva experiencia de la industria 4.0. como sí que aspiramos desde la empresa que dirijo.

A este final abierto sobre lo que debatimos en el V Congreso Nacional de Directivos, yo añadiría que en la actualidad las empresas TIC manejamos y trabajamos con mucha información. Pero no tanta como para adivinar el futuro. Aun así, de lo que estamos seguros es que la humanización de las empresas, si nunca dejaron de serlo, pasa por una utilización racional e inteligente –otros dos atributos humanos– de la tecnología.