La historia está llena de ejemplos de países e incluso civilizaciones que gracias a fronteras naturales, religiosas y políticas han ido preservando sus culturas, leyes, idiomas, ritos, moneda, etc…. hasta que el progreso, que llegó por mar en la mayoría de ocasiones, ha actuado como una antítesis; fusionando y uniendo civilizaciones y dejando fuera de juego a las menos aptas para adaptarse a la nueva situación.
Aún así, pese a que han sido civilizaciones que han estado a miles de kilómetros de distancia y que se han creado con siglos de diferencia, todas ellas repiten determinados patrones de conducta. Curiosamente los arqueólogos nos dicen que en culturas como la azteca, egipcia, oriental, occidental llegaron a desarrollar conocimientos similares, ya fueran en forma de pirámides, conducciones de agua, barcos, reglas sociales, calendarios, métodos de defensa, etc.
En el siglo pasado el progreso ha seguido aportando invenciones que nos han permitido seguir en esta línea de estar unos más cerca de los otros. La evolución del teléfono es un ejemplo claro, inventado en el siglo XIX su evolución y mejora gracias a Internet ha hecho de él el soporte para crear nuevas vía de comunicación.
Dentro del mundo empresarial, Internet es nuestro principal canal de comunicación, por donde transita la información que intercambiamos con nuestros clientes y proveedores. Hoy en día lo hacemos con la misma facilidad que somos capaces de enviar de forma personal por cualquier mensajería instantánea, una foto, un link, un comentario, e infinitas cosas más.
Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. Tenemos una cantidad de soluciones que disfrazan y nos dan la falsa sensación de estar conectados. Algunas emulan y simulan, y no hacen más que integrar sistemas clásicos de gestión empresarial. Sistemas que no están ni diseñados ni preparados para este escenario, pese a que lo parezcan. Acumulan una capa de soluciones intermedias interconectadas, con su correspondiente coste y pérdida de tiempo, sin tener la sencillez y seguridad que tiene la ventaja de un ERP en un entorno de Internet puro.
Y uno se pregunta, ¿Es que no existe algo sencillo que pueda aprovechar toda esta potencia?; ¿Es que no hay soluciones de gestión empresarial (ERP) que puedan utilizarla? El mercado ofrece ahora soluciones empresariales tan sencillas en su uso como lo es la informática de uso personal. Herramientas que, con la misma facilidad que a nivel personal, permiten cerrar en la agenda una cita para cenar con amigos, pueden controlar a distancia el estado de sus cuentas, de sus clientes, de sus ventas, de las fechas de recepción de mercancía, del estado de sus asuntos empresariales.
Son soluciones que responden a la transformación digital constante, que afecta tanto al ámbito tecnológico como funcional que incorporan los nuevos avances para facilitar que las empresas puedan dedicarse plenamente a su negocio. Sin la dependencia de tener conocimientos técnicos avanzados. ¿Qué papel ocupa en todo esto el fabricante y qué similitud tiene con lo antes en referencia a las civilizaciones?
En cierto modo, cuando ya todo el mundo en que vivimos está explorado y todavía no podemos salir a fuera a descubrir nuevos horizontes, el margen de progreso y mejora es interior y las culturas son ahora empresariales, entre muchas otras.
Por ello la evolución y la revolución debe tener las mejores herramientas posibles, las mismas que utilizaron los primeros exploradores pero aplicadas ahora al mundo empresarial. La tecnología es ahora la brújula, el astrolabio y el radar moderno. Como siempre la tecnología es la que nos va a permitir alcanzar la excelencia empresarial promoviendo cambios, mejoras y correcciones. Una herramienta que nos permitirá acompañar a nuestros clientes e incorporarlos a esta revolución.
Todavía hay empresas que creen que el mundo es plano, que su civilización es la única, y que lo tienen todo solucionado. No saben que cualquier día por sorpresa puede desembarcar alguien más preparado y armado para conquistar un mercado que tú das por seguro.
Estas empresas deben actuar ya, porque tal vez mañana tendrán que subir demasiados peldaños en la evolución de tus TIC y verán cómo las adelantan los más preparados. Arriba ya están los que hace tiempo decidieron cambiar sus sistemas para conquistar el éxito.
La respuesta es la digitalización, pasa por abrir las relaciones comerciales, contactar con el resto del mundo, evolucionar con un ERP acorde con la nueva era. Si todavía hay empresas que creen que cualquier tiempo pasado fue mejor; deben cambiar y dejar de ser un espectador nostálgico. ¡Prepárense, el futuro es hoy!
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